Desde el pasado siglo, unos pocos años respecto la historia de la humanidad, las ciudades y metrópolis del planeta han sido secuestradas por el coche. El ciudadano ha sido arrinconado a estrechas aceras y pasos de peatones, sórdidos pasos subterráneos e incomodos pasos elevados.
El coche ofrece unas indudables ventajas individuales, que colectivamente en la ciudad se convierten en nefastos inconvenientes, peligrosidad (accidentes y contaminación) y pésima movilidad (congestión). En el side event se plantean formas de recuperación de la ciudad para el ciudadano en convivencia con el vehículo privado.vision-zero-plus
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