La fuerza del dinero y la economía del petróleo han despojado a las ciudades de su condición de lugares donde es posible el disfrute de la vida personal.
Por Antonio Muñoz Molina
La fuerza del dinero y la economía del petróleo han despojado a las ciudades de su condición de lugares donde es posible el disfrute de la vida personal.
Por Antonio Muñoz Molina